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¿Por qué celebrar solo la Navidad, cuando hay mucho más? Especialmente si vives en Aruba

Aún no se había comido el último de los dulces del Día de Brujas el 1ro de noviembre, cuando muchos de los diversos residentes de Aruba

acudieron a su plataforma social de preferencia para publicar un meme cuidadosamente seleccionado, pero lleno de entusiasmo, para anunciar que se fue la temporada de los disfraces y llegó la Navidad.

Y en semanas anteriores, un cambio notable de mercancía en los pasillos de las tiendas locales, al igual que en la música de fondo les recordó a todos que la temporada más maravillosa del año se aproxima rápidamente. Paulatinamente, las tiendas de construcción se fueron aglomerando con clientes ansiosos por pintar sus casas justo antes de que lleguen las intermitentes lluvias de fin de año.

La mayoría de las estaciones de radio en la isla lanzan su programación decembrina a mediados de octubre empezando a transmitir algunos de los clásicos y temas más gustados junto a la nueva ola de producciones locales con aguinaldos y gaitas interpretados por el talento Arubeño de todas las edades. La gaita es un género más dinámico y bailable en ritmo que se origina en la región de Maracaibo en el país vecino de Venezuela.

Mientras que la apertura oficial de la fiesta más grande en la isla, el Carnaval, se celebra tradicionalmente el día 11 del mes 11 a los 11 y 11 minutos de la mañana, el pueblo de Aruba simplemente no puede ignorar la ocasión para con gusto tomar un receso y bailar al ritmo del soca con plumas en mano, pero rápidamente regresan a la melodía de los villancicos.

Al preguntarse cuál exactamente es la tradición de los Arubeños para celebrar las fiestas decembrinas, podemos asegurar que no se trata solamente de la Navidad y el Año Nuevo. Tal y como ya muchos de nuestros visitantes lo saben, por siglos la isla ha sido una mezcla de culturas, una combinación de costumbres Europeas, Afro Caribeñas y también Americanas, que viven colectivamente en armonía.

No nos culpen por querer usar cualquier excusa para armar la fiesta.

Por el propósito de orden, embarquémonos juntos en un trayecto cronológico de las festividades más populares que se celebran hoy en día en Aruba.

La influencia de la mayor comunidad de visitantes a la isla, los americanos, se manifiesta en muchos aspectos: desde el idioma hasta la comida. Se puede decir que, durante los últimos cinco años, el Día de Acción de Gracias se ha convertido en una celebración prominente en la isla. A pesar de no ser un día oficial de fiesta, las personas lo observan saliendo a cenar, ofreciendo celebraciones de Friendsgiving en sus hogares, o simplemente expresando su gratitud. El Black Friday es otro tópico, tal vez para una próxima oportunidad.

El siguiente es Sinterklaas. Una tradición que llega a la isla con los colonizadores holandeses en la cual los niños son los protagonistas, al igual que en varias otras ocasiones durante la temporada. La historia cuenta que este Sacerdote llega a bordo de un bote desde España a fines de noviembre, para pasar lista sobre el comportamiento de todas los niños y niñas en el transcurso del año.

Quienes fueron obedientes reciben un regalo el día 5 de diciembre, tras haberle ofrecido pasto y zanahoria en sus zapatos al caballo blanco de Sinterklaas. Sin embargo, quienes se portaron mal, no obtienen nada y se los llevan los ayudantes de Sinterklaas, los Pedros, en un saco de regreso a España.

Pero no te alarmes. A través de los años, la tradición se ha reformado en una celebración mucho más dócil y menos traumatizante para los chiquitos.

Siguiendo, pasamos al Día de la Velitas, una tradición que también se ha popularizado recientemente gracias a la nutrida comunidad colombiana en la isla. Se le ve como el inicio no oficial de las fiestas decembrinas. Una noche en la cual se encienden varias velas pequeñas mientras la familia y los amigos se reúnen para compartir comida y música y disfrutar de su compañía. Celebrado el 7 de diciembre, esta es la víspera de la fecha en que se conmemora la evangelización de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Durante estas semanas en noviembre y diciembre, quienes se encuentran en la isla frecuentemente deleitarán su paladar con la gastronomía tradicional de la temporada. Para mencionar algunas, tenemos desde Holanda los oliebollen que es una bola de masa frita con o sin pasas, decorada con polvo de azúcar.

Un plato muy popular es la hallaca; importada de Venezuela y conocida en Colombia como tamal. Considere esta como el equivalente del pavo horneado en casa. La familia y los amigos se reúnen para preparar y ensamblar estas envolturas de carne y vegetales. De esto están hechos los recuerdos de la infancia; con recetas que pasan de generación a generación.

Un cucharon de guiso va sobre una base de masa hecha con especias. Originalmente se le agrega una aceituna, una alcaparra y una pasa antes de envolver todo esto en una hoja de plátano que se amarra y se pone a hervir antes de comer.

Los Arubeños le sumaron a esta fórmula unas cebollitas perla, anacardo y más que claro, picante al estofado. Actualmente, se puede conseguir numerosas variaciones para satisfacer las preferencias alimenticias de cada persona.

Otra comida que no puede faltar en la mesa para la cena de Nochebuena o la de Navidad es el Pan de Jamón. También de origen venezolano, es exactamente como el nombre lo indica y algo más. A la masa extendida se le pone muchos pedazos de jamón cocido acompañado por aceitunas y pasas, para después enrollarlo y hornear.

 Y tal como es el caso con la hallaca, todos en la isla conocen a alguien que hace el ‘mejor’ pan de jamón. Lo mismo se aplica para tortas, entremeses, ponche crema, etc.

Pero el tiempo vuela y ya pronto todas las casas estarán iluminadas, el arbolito decorado y todos luciendo sus mejores atuendos para celebrar. Las iglesias alrededor de la isla celebran la misa de medianoche, seguida por más ceremonia durante el día de Navidad, tanto en papiamento como en Ingles.

Santa Claus, como siempre habrá conseguido la forma de ingresar a las casas Arubeñas que no tienen chimenea para dejar los regalos. Pero él no se queja, ya que tampoco tiene que lidiar con la nieve.

Quienes llevan el conteo, este es el segundo regalo en diciembre para los niños. Pero eso no es todo. Las familias de descendencia Latina pueden optar por recibir el regalo de Santa, como también del Niño Jesús y después un regalo más de los Tres Reyes Magos el 6 de enero. Crecer en una isla multicultural como Aruba, tiene sus ventajas.

Y así llegamos a la última semana del mes en la cual nuevas costumbres se hacen presentes en la diversidad de Aruba. Para los últimos días del año los niños y fanáticos de la pólvora tendrán alrededor de seis días para quemar tantos fuegos artificiales como sus presupuestos les permitan. Puestos de venta de fuegos artificiales aparecen a lo largo de las vías principales.

Uno de los principales es la pagara. Según las creencias asiáticas, esta ahuyenta la mala suerte del año que termina, para dar espacio al inicio de uno más próspero. Empresas y negocios la encienden el último día de operaciones frente a sus sedes celebrando con personal y clientes.

Esto se repite prácticamente cada casa, a las 12 de la noche para el cambio de año. Simultáneamente con la pagará, el cielo Arubeño se iluminará desde San Nicolás hasta Noord en un despliegue masivo de fuegos artificiales que puede durar por más de media hora.

El cambio del año está marcado por una de las costumbres más autóctonas de la isla, el Dande donde grupos formales e informales de músicos recorren las casas y negocios por días tocando esta melodía que trae consigo las bendiciones para el año nuevo. A cambio, las personas agradecen los buenos deseos realizando ofrendas en efectivo que depositan en el sombrero del cantante.

El segundo día de Navidad y el Año Nuevo es cuando nuestras diferencias culturales se desvanecen y nos une la necesidad universal de descanso y relajamiento. Algunos se dirigirán a la playa, mientras que otros optarán por sus camas.


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