Un review feliz

“Como destino turístico uno tiene todas las expectativas. Más allá del mar, la playa, la comida, la industria cosmética, me encantó que es una isla que ha puesto todas sus energías en el turismo. Cuando dicen que es la isla feliz, es que es real, todo el mundo se ve feliz. Nunca ves una riña, un grito, un altercado. Los arubianos tienen ese componente de religiosidad que me llama la atención. Era una zona petrolera y cuando renunciaron a esto, convirtieron esto en un museo al aire libre. Hay mucho, pero mucho que hacer. Tienen un chip que ojalá todo el mundo lo tuviera para pensar en el medio ambiente, la energía eólica, todo un ejemplo a seguir”.

“He ido 6 veces a la isla, unas por placer, otras de trabajo y hasta me casé allá. Conocí Aruba porque soy de Maracaibo y queda a 30 minutos de Aruba en avión. De Aruba me gusta absolutamente todo. Sales del aeropuerto y se siente una energía tan bonita, muy especial. La gente es maravillosa, las playas 24/7, el clima es lo mejor, los restaurantes más ricos que he probado en variedad. Un día estábamos allá en MooMba Beach Bar y vi una boda en la playa, yo ya estaba comprometida. Quería hacer algo bonito y el mar fue el protagonista de una boda maravillosa. Es lo mejor que hemos hecho en la vida”.

“Cuando piensas en Aruba, crees que es solo playa y no, está la parte desértica, las ruinas, la comida que es riquísima y la gente es bastante maja. Fui al Aruba Soul Beach Music Festival, hice buenos amigos, la pasé fenomenal. Estuve en un resort all inclusive. La gente es muy feliz y estar feliz está muy bien, pero lo mejor es que te contagian y te hacen sentir feliz también ”.

“Antes de ir obviamente lo primero que uno hace es googlear. Con solo ver las fotos dije: ¡Me voy ya! Me enloquecí. Hubo muchas cosas que me sorprendieron. Es un lugar que desde que aterrizas es lindo. El aeropuerto es lindo, las calles son lindas, la gente es muy culta, más allá de los idiomas que hablan, la gastronomía, la historia. La hora más linda del día era cuando nos llevaban a comer, me acuerdo del cordero y del atún. Me encantó comer eso en todas sus presentaciones. Me gusta mucho que no solamente se limita al mar y a sus playas, sino que va más allá, el safari, conocer las ruinas de Bushiribana, una isla oculta, el faro, hay muchas cosas por hacer. Es de esos lugares que tienes que repetir y tienes que recomendar. Es una isla que se te pega, eso de la isla feliz se te pega”.

“Fui en junio de 2019 a cubrir el Aruba Soul Beach Music festival. Fue increíble, es una maravilla. La gente es una sabrosura. Desde que llegamos, bajamos del avión, todo fue risas, la atención muy buena, en el hotel nos recibieron increíblemente con los brazos abiertos. Quedé encantado. Hicimos paseos en catamarán. Fuimos a bucear, apenas meto la cabeza…. ¡Wow! Era totalmente cristalino, transparente, otro universo. Me enamoré de eso. Nos llevaron a comer a unos restaurantes muy deliciosos. Recorrimos una de las iglesias, era preciosa y había un señor que no se me olvida que es muy famoso en la isla y vende cocos y es increíble”.

“Era la primera vez que iba a Aruba. Me infartó, nunca había visto una isla tan hermosa. Quedé enamorado y con ganas de llevar a mi familia. Fueron 5 días, estuvimos con un carro safari, fuimos a una iglesia donde hay un faro. En San Nicolás estuvimos con un señor que hace esculturas. Todo muy bonito. Estuvimos en una empresa donde hacen la sábila y nos dieron la inducción de cómo hacen los champús y cremas. Unos días me fui a caminar por la playa, los hoteles hermosos, los casinos, el mar. Nos dejaron caretear para ver un barco en la profundidad. Me encantó”.

“Fui a Aruba en 2018 y en 2019. En 2019 fui para el Aruba Soul Beach Music Festival. Fue Una experiencia inolvidable. Todas las personas son muy hospitalarias. Todos están súper dispuestos a ayudarte. Me imagino que es la personalidad de toda la gente que vive allí. Me pareció genial la postura del soka allá, ahora ya es un soka bien evolucionado. El festival lo dividieron por días, un día era solo de Aruba, otros días seguía la onda tropical, pero para un público más joven. El nivel de producción y los artistas fue buenísimo. Todos a la altura. Un showsazo. Fuimos a un pueblito bien pintorezco, vimos los murales, estuvimos en un restaurante en un acantilado desde donde se veia toda la isla y la comida buenaza siempre”.